Tarsier Studios de la mano de Bandai Namco nos presenta la secuela de su versión de un mundo oscuro e implacable, lleno de acertijos y enemigos que hace prevalecer nuestro ingenio y emoción como combustible para generar una experiencia que al mismo tiempo disturba y divierte.
El viaje inicia cuando Mono, el protagonista despierta y empieza a explorar el mundo que lo rodea, encontrando un aliado en Six, quien le acompaña y ayuda en su aventura.

Mono es un personaje simple y frágil, que no revela expectativas de ningún tipo y solo quiere sobrevivir. Su debilidad y aparente falta de importancia en el mundo en el que se adentra hacen que sea aún más encantador para el jugador como protagonista. Six es su acompañante casi desde el principio del juego y parece que su función fuera recordarnos lo poco que podemos lograr solos y porque necesitamos a alguien cerca nuestro en quien confiar.
Las mecánicas del juego son simples pero bien utilizadas, una mezcla entre plataforma, sigilo y acertijos que es fácil de entender pero no por ello hace el juego menos difícil. Como gran diferencia con respeto a su antecesor hay diferentes secuencias en las que hemos de combatir enemigos, cuerpo a cuerpo, esto es bastante exigente ya que el registro de impacto es bastante limitado y hay que ser muy preciso.

La construcción de la experiencia de juego es excelente, ya que la acción, aunque no sea rápida es fluida y crea un sentido de urgencia con el cual nuestra curiosidad por saber que hay en la siguiente habitación incrementa, por lo que la inmersión es total. Hay muchísimos acertijos que requieren repetición mas que ingenio, pero en general ofrecen suficiente reto.
Los ambientes son oscuros y opresivos, creando una atmosfera de peligro inminente, los escenarios están muy bien detallados y cada habitación contiene elementos que forman una historia con simples objetos, que nos permiten comprender que ha sucedido en esa habitación, dejándonos saber que no hemos sido los primeros en aventurarnos en Pale City.

La música está compuesta de una manera magistral, los cambios de intensidad y tonalidad ayudan a crear tensión y darle autenticidad a la atmósfera, los sonidos son puntuales creando un ambiente sórdido.
El juego es realmente corto, pero su rejugalidad es muy alta, ya que hay varias decisiones de juego que alteran el final y diferentes coleccionables que son muy atractivos.
Little Nightmares II es un gran juego, infortunadamente con poca duración pero que, en lo que va del año, es lo mejor que se ha visto. Este juego lo puedes comprar en su versión física nacionalmente, gracias a S2GO Colombia.
