A finales de 2021 según el anuncio podremos tener este juego en todas las consolas y PC con mejores gráficas, sonido y opciones que buscan traer este magnífico título de nuevo al ruedo.
Lanzado originalmente a mediados del año 2000 se convirtió en un fenómeno, vendiendo más de 4 millones de copias antes de su primer año en el mercado, y junto con su expansión Diablo II: Lord of Destruction marcaron un camino para los juegos RPG de acción con mecánicas hack n’ slash de PC, que más adelante llegarían a las consolas.
Blizzard, 20 años después, nos trae el juego clásico con los avances técnicos que pueden garantizar una experiencia fresca para aquellos que aún no han disfrutado de este clásico.
Las gráficas serán renderizadas en 3D, con la revisión directa de efectos lumínicos y funcionalidad dinámica de los escenarios, ofreciendo una resolución de 4K. También se anuncia que las cinemáticas serán recreadas directamente.
La banda sonora, que es uno de los aspectos importantes de la inmersión en el juego se remasterizó además de ofrecer un mejor sonido en todos los aspectos, para que la experiencia sea aún mejor.
Una de las opciones que se ofrecen, es el poder jugar con la apariencia clásica del título, que para los nostálgicos del género es sin duda algo muy atractivo, sin hacer cambio en las mecánicas o funcionalidad del juego, según el anuncio las mejoras de juego son mínimas.
A final de año podremos disfrutar esta remasterización en Xbox Series X|S, Xbox One, PlayStation 5, PlayStation 4, Nintendo Switch y obviamente PC, con cross-play para aquellos dispuestos a compartir sus aventuras. Es posible inscribirse en el Alfa técnica para PC del juego en www.dlablo2.blizzard.com
Hasta este punto todo parece genial para el título, pero hemos de tener en cuenta el pésimo historial de Blizzard en cuanto a remasterización de sus títulos, que en lugar de darle más vida a los títulos solo parecen existir para fastidiar los jugadores que adoran estos clásicos, casos como Warcraft III Reforged saltan a la memoria.
Mientras conserven el espíritu clásico del juego, no plaguen el juego de microtransacciones diseñadas para “mejorar la experiencia de juego” y llenar aún más los bolsillos de los dueños de la compañía, este puede ser un gran remaster, solo cabe esperar que Blizzard logre algo que hasta ahora ninguna compañía de videojuegos parece haber logrado, aprender de sus errores.