La franquicia de Marcus Fenix llega al terreno estratégico con Gears Tactics y ofrece algo jamás visto en saga.
Así como Halo hizo leyenda en la Xbox original, Gears of War se volvió un icono de la Xbox 360, convirtiéndose en la franquicia favorita de muchos.
Al mejor estilo de los Halo Wars, Gears Tactics es un videojuego alejado del típico FPS para ofrecerle a los jugadores una experiencia diferente, centrada en la estrategia táctica, el manejo de planos y el ataque por movimientos.
Un Gears no tan Gears
El argumento de Gears Tactics se desarrolla 12 años antes de la historia del primer título, justo en el momento en que la guerra contra los Loctus estaba en su punto más fuerte.
Aquí manejamos una escuadra táctica, que deberá enfrentar diferentes oleadas de enemigos por distintos niveles, dejando de un lado el sistema de disparo y cobertura tradicional de la saga, para atacar y defender zonas de manera táctica, con rango de acción sobre el tablero y espacios acertados de interacción, haciendo que la atención del jugador siempre este en el como puede derrotar al rival de forma rápida.
Para mejorar el desempeño en el campo, Gears Tactics cuenta con un tipo de habilidades mejorables gracias a la subida de nivel tras cada batalla, haciendo que los amantes del plataformeo o de alcanzar el Genos, tengan mucho por hacer por el mundo de Sera.
La distribución de botones es un acierto bien pensado, haciendo que con pocas horas de juego el usuario pueda aprender todos los controles y pueda desenvolverse como todo un estratega en el campo, algo que facilita mucho la jugabilidad en los momentos más cruciales y estresantes, que están a la orden del día en el instante menos pensado.
A nivel gráfico y visual, el juego cuenta con motor gráfico interesante y bien detallado, que deja ver muy bien todo lo que sucede alrededor del campo de juego, con combinaciones de colores acertadas y una fluidez de maquina que va muy ligada al equipo del jugador. Por su parte, el apartado sonoro cumple con su función, pero no llena de todo al jugador.
Gears Tactics: sencillo para ser un Gears en el tablero.
Si pudiéramos resumir Gears Tactics en una frase, está seria: algo mejor de lo esperado, ya que muchos teníamos el miedo de que la formula no funcionara y Splash Damage hiciera algo similar a lo visto en Batman Arkham Origins.
Este Gears tiene todo lo necesario para ser un buen despegue de la marca en el mundo de la estrategia táctica por turnos, siendo capas de sorprender en como el jugador puede tener un alto nivel de inmersión en cada una de las batallas, que son rápidas, enfocadas y frenéticas, sin dejar el lado analítico para cada paso.
Cada personaje se siente independiente y fuerte, haciendo que tenga un lugar digno en el tablero de juego y sus acciones se sientan relevantes al momento de elegirlas. Algo que hace más vistoso lo anterior son las animaciones, que están hechas a detalle y se disfrutan más cuando matas un enemigo o este queda agonizante, ofreciendo una ejecución en miniatura digna de un diorama.
Algo que esta bien cuidado son las normas de equilibrio de juego, donde un mal disparo puede castigar a un compañero con el “fuego amigo” o como el enemigo no recibe turnos adicionales para tomar ventaja, haciendo que siempre se sienta la batalla nivelada.
Contrario a esto, Gears Tactics flaquea demasiado en el ámbito de la verdad de accesorios y enemigos, haciendo que las recompensas de las partidas se vuelva un cambio simple de mejoras y que luego de un rato los enemigos pierdan su gracia, haciendo que la rejugabilidad solo está marcada para aquellos que quieran tener todos los personajes al 100%.
Gears Tactics es un titulo con mucho que ofrecer a futuro y un presente prometedor, que aun está a tiempo de ser mejorado para ser un juego de estrategia tan legendario como Age of Empires o Halo Wars.