Los juegos de terror mezclados con fan service son bastante raros en el mundo de los videojuegos. Es por esto que High School Dirty Secrets es un juego diferente que se atreve a mostrarnos una experiencia donde el miedo y lo erótico conviven y lo hacen de una forma equilibrada.
Al estar desarrollado por Mitsuki Game Studio, ya podíamos imaginar que el fan service y lo erótico estarían en el centro de todo. Sin embargo, aquí el terror no se queda atrás, y entre gritos y grandes pechos tenemos un juego peculiar. Así que si quieres saber más de esta extraña mezcla, continúa leyendo nuestra reseña de High School Dirty Secrets.

Nada más terrorífico que una escuela de noche.
Este juego nos pone en la piel de Kasuga, una estudiante que despierta sin recuerdos, atrapada en su propio instituto. Ya es de noche y al intentar llamar a su familia se da cuenta de que no hay señal o algo la está bloqueando, así que decide explorar este lugar en busca de una salida y también de respuestas.
Afortunadamente, no tenemos el típico cliché de adolescente en apuros. A medida que avanzamos se van liberando pequeñas cinemáticas que dan un contexto aún más oscuro y nos revelan la personalidad de Kasuga. Todo esto se complementa con una sensación de aislamiento y una presencia espectral que nos acecha y nos obliga pensar dos veces antes de avanzar.

Terror y fan service una mezcla peculiar.
Todo gira en torno a la exploración, no hay ningún tipo de combate y nuestro teléfono es la principal herramienta, este te permite tomar fotos de las pistas y recibir extraños mensajes de entes sobrenaturales, pero que al final son una guía para continuar.
Con el teléfono el fan service hace su primera aparición, cada vez que accedas a él, Kasuga lo pondrá justo entre sus pechos y hará movimientos totalmente innecesarios, sé el objetivo de esto, pero creo que había que bajarle un poquito al morbo.

Ahora bien, recorrer la escuela se hace alternando entre primera y tercera persona, lo que da un toque de variedad, ya que hay ciertas acciones que solo podremos hacer con cierta vista y viceversa. También el cambio de vistas, ayuda con el manejo de los sustos, no es lo mismo ver al enemigo a la cara que de lejitos.

Los enemigos aquí hacen presencia como estudiantes en bikinis o ropa interior, y como no tienes forma de derrotarlos, lo único que puedes hacer es huir y esconderte. Los escondites van desde armarios hasta muebles, esto hace que cuando llegas a un nuevo escenario, sea lo primero que busques para así saber a donde correr en caso de peligro.


El ambiente opresivo hace que el terror funcione muy bien, algunos sustos están muy bien logrados y se agradece que no recurran al clásico jumpscare; aquí el terror psicológico funciona, generando una tensión que te atrapa y te hace dudar de tu propia percepción.
Técnicamente, el instituto está bien representado para lo que se espera de un juego anime de bajo presupuesto. Si bien los pasillos y aulas cumplen, los modelados de Kasuga, sus enemigos y ciertos NPC son bastante simples.



El diseño visual apuesta descaradamente por el fan service, enfocándose en el tamaño de los pechos, estos detalles no pasan desapercibidos y aunque pueden llegar a ser parte del sello artístico del estudio, es posible que no sean del gusto de todo público.
Finalmente, High School Dirty Secrets dura entre dos y cuatro horas, dependiendo de tu destreza con los puzles. Por su precio de $25.000 pesos colombianos en Steam y $9 USD en PlayStation 5, es una recomendación sencilla para quienes disfrutan el anime y buscan una experiencia ligera de terror. No innova, pero sabe bien a qué público apunta y cumple la función de entretener.

EN RESUMEN
High School Dirty Secrets combina terror psicológico y fan service en una aventura breve que funciona si bajas las expectativas. No es revolucionario, pero entretiene a quienes disfrutan este tipo de juegos.
CALIFICACIÓN: 7/10


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