Hook: Complete Edition – Análisis: un respiro mental

Estos últimos días, los gamers han recibido varios lanzamientos muy esperados, muchos de ellos nos darán mundos abiertos llenos de actividades, algunos nos helarán la sangre del miedo, pero a veces, necesitamos una pausa. Y Hook nos ofrece justo eso: un respiro mental elegante, intuitivo y minimalista.

Luego de varios años de su lanzamiento original en PC, es momento que los jugadores de PlayStation, tenga la oportunidad de conocer este relajado juego de puzles, donde no solo tenemos, el juego original, sino que también su secuela. Así que respira lento y profundo y adentrémonos en la calma con la reseña de Hook: Complete Edition.

Simpleza y elegancia.

Por supuesto no tenemos ningún tipo de historia, al iniciar el juego tan solo verás un enredo de líneas y un botón. Tu objetivo: deshacer el nudo en el orden correcto. Si fallas, reinicias. No hay penalización, solo el “clic” seco de una pieza que se libera.

Iniciarás con puzles extremadamente sencillos, que sirven como tutorial, luego de los primeros 15 a 20 niveles verás que la dificultad empieza a subir, pero no de una forma abrupta, el juego irá agregando nuevas mecánicas que sin ningún tipo de indicación las irás reconociendo intuitivamente.

El juego con su simpleza, hace algo que muy pocos AAA logran, hacerte mirar la pantalla en silencio, como quien busca la palabra exacta en un crucigrama. Luego llega Hook 2, esta secuela añade profundidad, pero sin dejar de lado la tranquilidad.

Ahora los cables se cruzan en el aire y puedes girar la cámara para descubrir un entramado tridimensional, que sigue las mismas reglas, ir desbaratando un nudo, línea por línea. La mecánica no cambia, tendrás que pulsar, retirar y comprobar. Pero la perspectiva se convierte en parte del rompecabezas.

Algo que se van tan sencillo, puede convertirse en un reto.

Los controles son tan limpios que desaparecen. El stick mueve el cursor, un botón confirma, otro reinicia. Aprendes por osmosis, como cuando descubres que puedes usar la tapa del yogurt como cuchara, en caso de emergencia.

La simpleza del juego no sería la misma sin sus gráficos, su fondo gris claro acompañado de sus líneas negras y un par de puntos en la esquina que te dicen cuantas veces tienes permitido equivocarte.

Puedes activar un modo noche, si prefieres los colores oscuros.

La banda sonora es igual de tranquila, casi inaudible que se olvida hasta que te das cuenta de que llevas veinte minutos en total relajación. No hay reloj, ni contador de movimientos, ni medallas. El único indicador de progreso es el número del nivel.

Terminar los más de 150 niveles te llevará por mucho una tarde, pero la sensación de haber terminado un ejercicio de lógica que ni siquiera sabias que necesitabas se mantiene. Es más, cuando cierras el juego, el menú de la consola parece de pronto ruidoso, como si alguien hubiera subido el volumen de la vida.

Finalmente, Hook: Complete Edition no va a convertirse en tu obsesión del año. Lo más probable es que lo borres después de completarlo por primera vez. Pero cada vez que instales un título de 120 GB y te abrume su tutorial de cuarenta minutos, recordarás que Hook pesa menos de una Giga y te enseña más y respira mejor que muchos AAA.

No olvides que Hook Complete Edition ya está disponible en Nintendo Switch, Xbox y PlayStation, y si lo quieres jugar en PC en Steam los puedes comprar por separado.

Deja un comentario