Kimono Cats – Análisis: de camino a Kyoto

Hace un par de días llegó Kimono Cats a Nintendo Switch y Steam, tras haber sido exclusivo de dispositivos móviles por más de dos años. Con este relanzamiento, HumaNature Studios busca conservar el encanto que lo hizo popular, sin olvidar que ahora se enfrenta a un público más exigente.

Una cita romántica en Kyoto

Desde un principio sabemos que estamos ante un juego sencillo, en forma de historieta y en menos de 1 minuto se nos presenta su historia. Tu crush ha aceptado ir de paseo contigo, así que decides llevarla a los festivales que hay de camino a Kyoto.

En este paseo deberás ir reventando las burbujas que flotan en la parte superior de la pantalla. Cada una de ellas puede traer consecuencias buenas y malas para tu aventura. Durante los primeros días, descubrir qué hace cada burbuja en una sorpresa, pero luego de un tiempo la estrategia empieza a aparecer.

Ahora bien, el objetivo principal no es reventar la mayor cantidad de burbujas, sino romper aquellas que nos premien con monedas Koban. Al alcanzar cierta cantidad, avanzaremos de nivel. Pero tampoco se trata de lanzar dardos sin control, ya que estos no son infinitos; por eso, deberás saber cuándo lanzar, porque si se acaban: fin del paseo.

En general, las burbujas se dividen en: burbujas de minijuego, estas te darán acceso a pequeños juegos de habilidad donde deberás lanzarle pelotas a dianas en movimiento, atrapar dangos (bolitas de dulce japonés) en un pincho, atrapar peces con una red y hasta llevar el ritmo en un tambor tradicional.

Las burbujas de premio te darán corazones, estos se usan para consentir a tu acompañante, las hay de comida, de regalos, de objetos estéticos como máscaras, cometas, abanicos o sombrillas e incluso hay unas que cambian el clima.

También, existen las burbujas de castigo que al reventarlas pueden restarte corazones, acelerar las burbujas, taparlas para que no sepas cuál reventarás después y darle hasta estados negativos a tu acompañante, que si no es tratado a tiempo la cantidad de corazones perdidos se multiplicará.

¿Bueno y para qué sirven los corazones? Según el nivel, cada 20, 50 o 100 corazones ganados, tu novia o novio te dará un premio, que te ayudará a construir tu propia aldea. Esta funciona como tu espacio personal y se decora con los regalos que recibes de tu acompañante.

Estos objetos van desde edificios, monumentos, lámparas, muebles y todo tipo de accesorios estéticos que puedes colocar libremente y organizar a tu gusto. Conforme acumulas más regalos, la aldea se vuelve más bonita y refleja el avance de tu relación.

Además, existe una tienda donde puedes usar las monedas básicas del juego para comprar nuevos objetos para tu aldea. Que fuera de ser meros adornos decorativos, vienen agrupados en sets temáticos que, al completarlos, te premian con dardos y más monedas.

El componente online también está presente, es posible visitar las aldeas de tus amigos o de otros jugadores en línea, descubrir diferentes estilos y robar obtener ideas para decorar la tuya. Y, como buen juego con origen en móviles, si juegas varios días seguidos, recibirás recompensas diarias que incentivan la constancia con dardos extra, monedas o decorativos especiales.

Finalmente, lo más genial de Kimono Cats es su ritmo pausado, que no se ve interrumpido, ni por fallos ni por castigos. Si pierdes en un minijuego, simplemente puedes intentarlo una próxima vez, cambiar la estrategia o tratar de estallar otra burbuja. El juego no penaliza, sino que recompensa la paciencia y el interés por seguir paseando.

En Nintendo Switch, donde hicimos la reseña, el juego cuenta tanto con controles táctiles o por control, haciendo que tanto los pequeños de la casa como los más mayorcitos lo puedan disfrutar si problemas.

En lo gráfico, el juego cuenta con un arte adorable y animaciones muy bonitas. Hay ciertas texturas que parecen papel washi, y los escenarios tienen profundidad y claridad, los gatos logran expresar emociones en pequeños gestos y sabes de inmediato si la burbuja que acabas de romper es buena o mala.

Finalmente, Kimono Cats consigue ser un juego encantador y fácil de recomendar gracias a su ritmo pausado y mecánicas accesibles para cualquier jugador. Sin embargo, la escasa variedad en el sistema de juego puede hacer que la experiencia se vuelva monótona al poco tiempo, sobre todo para los gamers que prefieren una jugabilidad profunda.

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