Digimon es una serie que ha existido desde mediados de los noventa, creada aprovechando el furor que en la época tenían los “tamagotchi” o mascotas virtuales, las cuales debían ser atendidas, alimentadas y mimadas para asegurar su supervivencia.
Este furor llevó a la incorporación de diferentes nuevos medios dentro de la franquicia y gracias al éxito de otros productos con un concepto similar termina convirtiéndose en un manga, anime y de allí pasa a los videojuegos.

Existen más de 30 adaptaciones de la serie al videojuego, incluyendo juegos de pelea, arcades, juegos de cartas y RPGs.
Hyde, de la mano de Bandai Namco nos ofrece la última entrega de esta franquicia. Digimon Survive, que en muchos aspectos sorprende porque deja a un lado las fórmulas de los títulos anteriores ya que este juego es una novela gráfica acompañada de secciones de combate táctico, por lo que no se le puede asignar directamente el género de RPG.
Es importante tener en cuenta que Digimon al contrario de otras franquicias similares nunca se ha alejado de temas que se podrían considerar tabú o grotescos en relación al público al que está destinado. En este aspecto Digimon está dirigido a una audiencia un poco más madura que sus competidores de género.

El planteamiento de la historia es simple, en un campamento de estudio varios estudiantes se encuentran de un momento a otro y sin ningún previo aviso en otro mundo, similar al que habitan, pero lleno de peligros. Survive no está en el título por decoración, el objetivo es sobrevivir lo suficiente para poder volver a su realidad. Contrario a anteriores versiones el concepto original de monstruos digitales no se ve reflejado en la historia, no hay digi-device y los Digimon que nos ayudan son una compañía permanente.
Los estudiantes tendrán que explorar este mundo hostil, enfrentado a Digimon salvajes que simplemente pretenden eliminarlos, ya sea porque los ven como una amenaza, un enemigo o por diversión. Conforme avanza la historia pueden llegar a verse aspectos aún más oscuros.
En este punto las mecánicas de novela gráfica ayudan a desarrollar el lazo que tienen los estudiantes entre sí, lo cual permite mejorar sus estadísticas y sus Digimon, pero al mismo tiempo exigen mucho más del jugador ya que descuidar a uno de los compañeros puede representar la muerte de éste y con él su Digimon, limitándonos en cuanto a aliados y posibilidades de combate.

En cuanto a las secciones de combate se realizan con las mecánicas de juegos tácticos por turnos, en donde podemos distribuir hasta 8 Digimon para acabar con los oponentes, en estas batallas podremos usar las habilidades especiales de cada digimon a nuestra conveniencia, pero las limitaciones en este modo de juego son visibles, ya que las mecánicas son muy rudimentarias y su aplicación muy simple, además la velocidad es algo lenta.
En estas batallas nuestro Digimon puede digi-evolucionar y hacer nuestras batallas más fáciles, pero al final de la batalla volverá a su estado normal. Avanzando en la historia es posible conseguir más Digimon en batallas libres, haciendo uso de un sistema de conversación que nos permite tratar de convencerles para que se unan a nuestro grupo.

Por ser una novela gráfica presenta problemas relacionados con la fluidez de la historia, a veces es muy lento el tratar de progresar, con diálogos que no llevan a ninguna parte y no aportan nada, ni a la historia ni al crecimiento de los personajes. Es más el tiempo que leemos que el que jugamos.
El protagonista del juego es Takuma Momozuka, quien tras despertarse después de una extraño accidente se encuentra con Koromon y desarrolla una relación con el, Agumon es desde este momento nuestro compañero en la aventura. El resto de los personajes están bien caracterizados, su diseño no es estereotípico y sus diálogos están bien balanceados expresando con detalle sus personalidades y temores.
Los ambientes del juegos son simples pero bien realizados, las gráficas son bastante buenas sin llegar a ser sobresalientes, los espacios y escenarios de batallas son muy simples pero están bien diseñados en términos de funcionalidad en las batallas (ejemplo, una diferencia de altura concede ventajas a quien está en el terreno más alto).

La música es muy buena, transmite las emociones en las escenas y crea un sentido atmosférico según el ambiente y momento del juego, los sonidos de batalla son buenos pero les falta en las secuencias de impacto, donde parecen algo deslucidos. Las voces son excepcionales -aunque solo en japonés- y se adaptan bien a los personajes que las llevan.
La dificultad es ajustable, aunque para alguien experimentado en RPGs tácticos o juegos de estrategia puede parecer muy fácil, la curva de aprendizaje es manejable incluso para un jugador sin experiencia en este tipo de juegos. La rejugabilidad está garantizada ya que el juego cuenta con tres finales dependiendo de cuantos sobrevivientes logran regresar, además muy difícil conseguir todos los digimon en la primera ronda y el titulo cuenta la opción de juego+.
El juego es bueno, con pequeñas fallas en diferentes aspectos, incluidos errores en la escritura de ciertos diálogos, pero que al final no le restan a la experiencia en total, el cambio de género puede incomodar a ciertos seguidores de la saga pero como experiencia es sólida.
