Los juegos indie nos han dado en este año más que los juegos triple A, no solo en variedad, con diferentes maneras de contar una historia, diferentes mecánicas, nuevos conceptos gráficos llenos de encanto, también en calidad.
Hades mezcla todo esto de una manera impresionante, ninguno de sus conceptos es nuevo, pero la manera de presentarlos e integrarlos a la experiencia del jugador definitivamente lo es.

Aquí controlamos a Zagreus, hijo de Hades, quien cansado de vivir en el Inframundo busca la manera de escapar y llegar al Olimpo, en su aventura se encontrara con otros dioses quienes concederán su gracia a nuestro protagonista, ayudando de esta manera a nuestro escape.
En nuestro escape nos encontraremos con cientos de habitaciones que podemos escoger dependiendo de la recompensa que busquemos, este sistema, aunque simple le da vida única al juego ya que cada partida que iniciemos generara un nuevo grupo de habitaciones, interacciones y enemigos.
El combate es fluido y rápido, la movilidad es magnífica, los enemigos no son simple decoración pero tampoco son esponjas de daño, los enfrentamientos contra los jefes están muy bien diseñados y son exigentes sin ser injustos. La curva de aprendizaje tiende a ser exigente, pero sin ser prohibitiva como otros títulos del género.

Aunque es un juego corto que se puede terminar en menos de 20 horas la rejugabilidad es impresionante. Con docenas de habilidades, armas y dones que nos conceden los dioses hay oportunidad de crear un estilo de personaje único cada vez, investigar combinaciones entre estos es un elemento que ayuda con la vida del juego, el sistema de progresión nunca se siente como una obligación o carga, las combinaciones más inesperadas pueden representar batallas de segundos contra un jefe y batallas de minutos contra otro, estos marcos de tiempo son bien definidos, nunca pasaremos horas tratando de eliminar enemigos o jefes.
Nuestros encuentros con los dioses están llenos de significado, entre más nos encontremos con ellos más se profundiza en la relación, creando vínculos que el jugador disfruta.

La música encaja perfectamente con el estilo y ambientación del juego, los sonidos le dan a la atmósfera de acción un sentido de urgencia o calma según la situación. Las voces son excepcionalmente interpretadas, llenado de vida a cada uno de los personajes con quienes interactuamos.
El manejo gráfico se hace de una manera profesional, no glitches, no saltos de pantalla, no caída de frames, la experiencia de juego no tiene interrupciones inesperadas o fallas, y su estilo visual está bien definido, con piezas muy interesantes y con un diseño que plasma el concepto de cada personaje a la perfección.

El juego ha estado en Early Access desde hace ya dos años, y se nota que la retroalimentación de los jugadores ha marcado la progresión de diseño del juego, y, cabe decirlo para bien. Supera por mucho a la mayoría de los títulos triple A de 2020.
Hades es un gran juego, insisto, uno de los mejores del año, y muestra porqué los juegos indies son dignos de toda nuestra atención, es divertido, con una gran historia, con una rejugabilidad casi infinita y muy buen precio.
