La desarrolladora Aquria, de la mano de Bandai Namco nos ofrecen una nueva entrega de la adaptación de uno de los animes más exitosos de los últimos tiempos.
Normalmente las adaptaciones de las series de anime al mundo de los videojuegos son mediocres, unas sufren de “desconexión”: se manejan los personajes del anime pero no se tiene idea de que se está haciendo porque no es la historia original, otras son control de avatar, donde se sigue la historia al pie de la letra quitándole peso a la agencia del jugador que empieza a ser un espectador que solo oprime botones, y otros errores comunes del género.
SAO: Alicization Lycoris no sufre de ninguno de estos problemas, y aun así falla como videojuego.

La historia sigue las premisas originales de la serie pero agrega nuevas líneas con la llegada de un nuevo personaje, esta historia paralela está bien construida pero pobremente ejecutada, ya que para seguirla en detalle hay que pasar mucho tiempo viendo las escenas que vienen en rápida sucesión y muchas veces no se pueden saltar.
En una extraña mezcla que es novela gráfica para la historia y RPG de acción para el combate, el juego ofrece una interesante combinación, algo incomoda por la cantidad de dialogo, que se divide 50% historia y otro 50% relleno, y combate en espacios enormes que dan la impresión de ser mundo abierto pero están bien contenidos y delimitados en el juego.
Gran cantidad de las misiones secundarias son repetitivas y faltas de imaginación, más allá del fetch n’ kill nada que llame la atención, y sus recompensas son bastante irregulares.

El ambiente refleja el espíritu de la serie, las ciudades, personajes, paisajes y enemigos le dan vida a este mundo que cumple con la misión de hacernos sentir inmersos en VR.
El juego dura alrededor de 40 horas, pero gran parte de este tiempo se va en escenas y diálogos que no se pueden saltar, principalmente en el primer capítulo. Después de esto, en el post juego se puede disfrutar realmente de la acción del juego y el crecimiento de los personajes, lo que le da una rejugabilidad alta.

Las mecánicas del juego están bien elaboradas, el combate es satisfactorio y agradable, aunque puede tomar algo de tiempo el adaptarse a las variables que ofrece y poder manejarlo adecuadamente. Los sistemas de nivel de personaje y árboles de habilidades son bastante agradables, fáciles de entender y personalizar. Cabe mencionar que es mejor salvar en cada momento posible, ya que la opción de auto salvado es variable y puede hacer que se pierdan horas de juego si no se está al pendiente.
Los personajes tienen gran profundidad y crecimiento, pero después de un par de capítulos vuelve a ser solo fan fiction, el personaje principal puede ser personalizado, pero en las escenas siempre será Kirito.
El modo multijugador ofrece un gran atractivo, ya que se puede contra hasta con 3 aliados más para la aventura, infortunadamente sólo es accesible después del primer capítulo.

Gráficamente se ve bien, pero sin aviso deja caer el frame rate, mágicamente desaparece a los aliados y hay instancias en el modo multijugador en el que nuestro aliado está en batalla mientras nosotros no podemos ayudarle porque no vemos al enemigo.
La música está apegada a la serie y las voces son adecuadas (aunque sólo en japonés), infortunadamente por la cantidad de diálogo es fácil desconectarse y dedicarse a saltar cuanta escena sea posible.
En definitiva un juego que aprovecha el nombre de la franquicia y no ofrece nada nuevo y realmente destacable, con una historia mal presentada, gráficas irregulares y que debe terminarse para poder empezar a disfrutarlo (si, tan ilógico como suena).
