La Fortuna de poder jugar Uncharted y el primer paso a lo que evolucionaría a The Last Of Us.

En 2007 Naughty Dog nos sorprende con un título que está bastante alejado del típico estilo que habían manejado hasta el momento, con una historia atractiva y un modo de juego absorbente.

Uncharted: Drake’s Fortune nos cuenta la historia de Nathan Drake, un cazador de tesoros que tiene la fortuna de descubrir la manera de encontrar el tesoro más buscado de los tiempos modernos, El Dorado.  Y como gracias a su descubrimiento debe enfrentarse a piratas y mercenarios para poder encontrar y asegurar el tesoro.

El estilo de juego es intenso, lleno de acción y acrobacia, la mezcla entre los tipos de acción, desde escalar por muros, andar por laberintos boscosos, manejar una acuamoto hasta disparar a diestra y siniestra. La variedad y gracia en la construcción de estas acciones hacen que el juego sea muy agradable y no caiga en conceptos repetitivos que arruinarían la experiencia. La dificultad es apropiada, no es fácil ni mucho menos, pero tampoco es un juego de los que te deja varado en un punto a menos que seas maestro con el control y el timing.

Todas las mecánicas del juego cumplen con su función de una manera estelar, no hay manera de criticar este punto, el juego pide lo que es requerido, por la inmersión que origina la combinación de historia y mecánicas es posible que los jugadores se encuentren usando habilidades que rechazan en otros juegos sin darse cuenta, y este es un punto a resaltar, la continuidad del juego y el modo como está construido es vital para quien lo juega, dándole un sentido de aventura real y sin revelar la verdadera exigencia para continuar.

Las gráficas son excelentes, aunque no perfectas, ciertos framecuts y texturas aparecen en pantalla al azar, pero no restan para nada al concepto del juego y normalmente son ignoradas. El manejo de sombras y detalles es magistral, las escenas están bien trabajadas y añaden sentido al concepto de juego-película.

La música es buena y encaja a la perfección con el ambiente. El diseño de sonido es apropiado y añade a la atmósfera del juego sin ser invasivo o molesto.

El control es mas que adecuado sin fallas de profundidad o direccionalidad que para este tipo de juego es muy importante.

El diseño de personajes es bastante interesante, los protagonistas son carismáticos y tienen sus personalidades bien definidas y su integración a la historia es casi imperceptible, pero importante, no pueden existir independientemente; como contraste los “malos” son estereotípicos, un poco menos de trabajo en ellos y parecerían genéricos.

Es un juego que realmente llama la atención y su rejugabilidad es muy alta ya que siempre hay algo más que hacer y nuevos tesoros por conseguir, ha enfrentado bien el paso del tiempo, sigue siendo tan divertido hoy como lo fue en su lanzamiento y a pesar de que muchos han tratado de copiar la fórmula demuestra que fue uno de los primeros en explorar en detalle y sigue siendo ejemplo de cómo se pueden hacer bien las cosas.

Por historia, diversión y jugabilidad este juego es uno de los recomendados de todos los tiempos.