Con el apoyo de Electronic Arts, Zoink, un estudio sueco, nos trae “Fe” un juego indie de plataforma/acción-aventura.

Con gráficas hermosamente decoradas, juegos de sombras asombrosos y un diseño de ambiente envolvente este juego ofrece visualmente un banquete, aunque el uso de los colores no es el más luminoso es apropiado para el entorno que ofrece el juego.

Sin mucho que pueda ser considerado una historia el juego nos lleva por un bosque oscuro, hermosamente fabricado, con contrastes altos y diseño interesante, en una aventura llena de laberintos y acertijos que sin palabra alguna nos guía hacia nuestro destino. Conforme avanzamos podremos ir construyendo la historia, que es simple y muchas veces enredada o confusa, y en partes, hacia el final, concluye de manera poco satisfactoria.

Sin objetivo definido, o algo que nos motive realmente a perseguir un final el juego falla absolutamente en este aspecto, no hay nada que realmente enganche al jugador a continuar con la aventura, más allá del reto que constituye terminar el nivel. El diseño de niveles no es profundo, pero está muy bien enmarcado en el estilo del juego. Los enemigos cumplen con su premisa desde el principio, se ven extraños y por la manera como se comportan y apariencia en general se puede deducir que no pertenecen al bosque.

El control es adecuado aunque como muchos juegos de plataformas en 3D a veces se siente torpe y lento, falto de respuesta.

La música es estilizada y el diseño de sonido aunque es simple es magistral, el manejo de los “cantos” y la posibilidad de regular el volumen con que se canta es agradable, la mecánica de avance relacionado con la capacidad de aprender estos cantos es muy atractiva.

Nuestro protagonista “Fe”, no tiene un origen definido (¿un extraterrestre?) y sin motivación aparente decide por su cuenta arreglar las cosas en este bosque, conforme avanza se encuentra con diferentes animales a los cuales ayuda y es recompensado con la canción que le permitirá comunicarse con ellos en el futuro, de esta manera podrá avanzar en los diferentes niveles.

La dificultad es progresiva, sin grandes saltos entre niveles, aunque el control puede jugar malas pasadas en los niveles más avanzados. Y el uso del ocultamiento como parte de la mecánica de juego es interesante y suma al reto. En general podría aumentarse un poco más el nivel de desafío.

En fin, un gran juego en cuanto a diseño, gráficas y mecánicas, pero en cuanto al manejo de la historia y concepto, así como en profundidad y capacidad de “enganche” deja mucho que desear.