Call of Duty regresa a las raíces del Modern Warfare y Vuelve a cosechar el éxito de la marca.
Cuando Activision anuncio que el su nuevo Call of Duty sería una reinvención de Modern Warfare, muchos pensaron que era una jugada desesperada y arriesgada, que podría dañar la redención alcanzada con Black Ops 4 y hacer que la franquicia se acercará a su final.
Contrario a todo esto, el nuevo MW llega para mostrar de que está hecha la marca y sorprende en diferentes aspectos, que convierten al título en el mejor FPS de los últimos años.
El verdadero campo de batalla.
Trayendo de regreso a la actualidad el conflicto bélico, Modern Warfare se desarrolla entre la fuerza antiterrorista y el ámbito revolucionario de oriente medio, haciendo que el jugador sea participe de como la lucha por la libertad y la seguridad le den un contexto al juego, siendo la razón de los tres modos principales: Campaña, multijugador y cooperativo.
El modo historia se desenvuelve desde dos perspectivas, la de un operativo de la CIA y la de un agente del SAS, quienes se ven envueltos en diferentes sucesos que le dan el nuevo arranque a lo que Infinity Ward quiere mostrar, aprovechando a viejos conocidos como el Capitan Price, para mantener el hilo conceptual.
La campaña consta de 14 misiones y toma como referencias sucesos actuales haciendo que el jugador pueda ver desde el videojuego la clase de operaciones militares que se llevan a cabo para detener un ataque terrorista o luchar por la independencia de un país; sucesos muy constantes en el mundo actual.
Este mismo punto es el que le da sentido al multijugador, que aquí se arriesga y abre sus puertas al juego entre plataformas, haciendo que los usuarios con la cuenta de Activision puedan jugar con sus amigos de otros sistemas.
Al principio, este apartado puede llegar a intimidar, pensando que en otras plataformas puede haber mejores jugadores o que las ventajas como el mouse y el teclado pueden dar cierta superioridad, pero para sorpresa de todos, el juego esta bien equilibrado y cuenta con los ajustes necesario para que todo estén en igualdad de condiciones, hasta el punto de permitir el uso de teclado y mouse en consola.
Conforme las partidas multijugador van avanzando, Modern Warfare muestra en modos como dominio y baja confirmada, como su estructura se puede acomodar al estilo de juego del jugador, mientras que en su modo “Battlefield”, el como puede tomar cosas de otras marcas y hacer que sirva de manera correcta en el juego.
Por otra parte, el modo cooperativo trata de hacer algo similar a lo anterior y aprovecha el manejo de roles para ofrecer algo diferente y falla en el intento, ya que se siente desequilibrado en ciertos aspectos y daña el ritmo con el spawn de los enemigos, que pueden aparecer hasta encima de ti y matarte en un instante.
El mejor Call of Duty de la generación saliente.
En los últimos cinco años, hemos sido testigos de como los videojuegos han cambiado su estructura y se han arriesgado a ofrecer experiencias distintas a los jugadores, quienes muchas veces no terminan viendo esto con buenos ojos e ignoran el trabajo que hacen los equipos de desarrollo por ofrecer un título de calidad.
Call of Duty Modern Warfare es un título con el que se vuelve a ese punto exitoso de la franquicia y se decide empezar de cero para ofrecer un nuevo comienzo, algo que sorprende y enamora de este juego, mostrando el interés que Infinity Ward tiene porque CoD sea el jefe de los FPS.
Este videojuego reúne lo mejor de su franquicia y toma las cosas buenas de CS:GO, Battlefield y R6 Siege para hacerse sentir, ofreciendo partidas dinámicas, innovadoras, frescas y refrescantes para los juegos de disparos, capaces de motivar al jugador a usar un arma hasta llevarla a su máximo nivel.
Los modos de juego se sienten equilibrado y bien pensados, haciendo uso de mapas multiusos, que son fáciles de entender, aprender y recordar, abriendo paso al estilo competitivo y el uso de estrategias tácticas. Un ejemplo es tiroteo, un apartado de 2 vs 2 con armamento aleatorio, que al principio puede parecer complejo, pero que te ayuda a entender el sistema de las nuevas armas y como el sonido toma más relevancia que en títulos pasados, siendo un factor importante para prever por donde viene el enemigo.
Cada arma se siente hecha a detalle y cuando se modifica, el cambio hace que cada diferencia mejore la experiencia del usuario al control de los disparos, permitiendo la personalización y adaptación ante el entorno y el como se quiere jugar, haciendo que toda modificación cuente.
En resumen, Call of Duty Modern Warfare es un título que hace honor a la marca a la que pertenece y es el cierre perfecto para una generación saliente, mostrando todo lo bueno que ha tenido esta época y del porqué Call of Duty es el rey de la actualidad.
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