El combate de los guardianes a un nuevo nivel.

Mucho se ha especulado sobre el papel de Destiny 2 en el gaming actual, siendo un punto de inflexión para muchos jugadores, haciendo que la mayor parte de la opinión del público se encuentre dividida entre si el título es algo completamente nuevo o solo es una versión 1.5 del juego anterior.

El pasado martes 18 de junio, tuve la fortuna de asistir a las oficinas de S2Go, el distribuidor oficial de Activision en Colombia, para probar la beta de Destiny 2 en PS4, donde aparte de contar con un espacio sencillo y dedicado para jugar por una larga jornada de tiempo, también se tenía la asesoría de diferentes personas conocedoras de la franquicia creada por Bungie.

Felix Yasagarai, es uno de los jugadores más conocidos de Destiny y quien a su vez también hacia el papel de guía rápida sobre acontecimientos y preguntas básicas acerca de las novedades que tendrá el nuevo título, que conservará de la entrega anterior y cómo será el enfoque de multijugador.

La historia de esta aventura empieza de manera rápida y con una introducción un poco lenta, que explica como la ciudadela ha sido atacada por un grupo de Cabal y su nuevo líder, Ghaul, quien con todo su arsenal logra la caída de la torre y debilitar el poder de la luz del Viajero, quien queda desamparado ante la amenaza.

Cuando tomamos el control de nuestro personaje, en mi caso del titan, encontramos las primeras sorpresas de este título, donde el apartado visual y las cinemáticas se sienten con mayor detalle y fluidez. El manejo del personaje se mantiene y añade una importante mejora al nivel de habilidades, que permite al jugador contar con nuevas opciones; en mi caso una barrera protectora que defiende muy bien diferentes tipos de ataques y da un respiro antes el ataque de varios enemigos.

Al nivel de armamento hay nuevas e interesantes opciones, como los lanzagranadas y las ametralladoras, dando al jugador un alcance de potencia superior y la posibilidad de derribar más enemigos de manera rápida y sencilla. Otras de las novedades están en el manejo de las armas, haciendo que ya no se tenga una clasificación, sino que se puedan organizar por su tipo y especialidad.

Por último, el sistema de gear mantiene la esencia primaria del título anterior, haciendo que cada una de las partes de la armadura estén enfocadas en la habilidad que el jugador le quiere dar a su guardián, haciendo que se acomode a la funcionalidad y personalidad que le quiere dar para la partida.

Unos de los puntos más atractivos que tuvo el primer título de Destiny, fue su apartado mutlijugador, que hacía que la experiencia fuera entretenida y motivante para cualquiera que se aventurara hacia ese modo.

Pues bien, Destiny 2 cuenta con diferentes aspectos desde este lado y busca que el sistema sea más competitivo, haciendo que cada una de las partidas tenga una recompensa más allá de derrotar al rival y subir de nivel.

El apartado de control siempre será de los favoritos del público, aquí tiene el sistema de 4 vs 4 y hace que el trabajo en equipo deba ser más coordinado, entre quienes defienden las zonas y loa que van al ataque, haciendo que todos tengan un rol y su labor sea más dinámica sobre el encuentro.

Una de las mejoras en este aspecto es la interfaz competitiva, que mantiene el estado de los dos equipos en la parte superior e informando a todos sobre los cambios que va teniendo el enfrentamiento, haciendo que los jugadores estén más pendientes de la partida y puedan interactuar de forma directa con su equipo.

Puede que muchos jugadores estén impacientes o nerviosos sobre los cambios que pueda tener Destiny 2 entre plataformas y como esto puede afectar su experiencia de juego a nivel competitivo o al cambiar de máquinas.

La primera prueba que hice fue sobre PlayStation 4 y luego en mi casa en Xbox One, lo que más me asombro es que los cambios entre ambos sistemas son mínimos y son más de nivel de detalle, haciendo que la experiencia general se mantenga y se pueda vivir esta aventura de la misma forma, ya sea a nivel de jugabilidad o de narrativa.

Uno de los puntos interesantes de este juego es el cambio de la forma que tiene para contar la historia, que cambia las tradicionales cartas por escenas más cinematográficas, que mantienen la esencia de lo que se quiere contar.

Contrario a esto, uno de los puntos débiles es la poca variedad de enemigos que se incluye, porque no aparentan infundir el miedo y el poder que tienen sobre el juego, haciendo que el jugador sienta confianza desmedida al superar esto y no un verdadero reto, como sucedía en la entrega pasada; aunque esto podría cambiar en la versión final.