Recientemente, los juegos del Príncipe de Persia han perdido popularidad, sobre todo tras el fiasco del anuncio del remake de Las Arenas del Tiempo. Muchos jugadores dejaron de confiar en Ubisoft y en sus decisiones creativas.
Pero no contábamos con su astucia, poco tiempo después tuvimos el anuncio de The Rogue Prince of Persia, un roguelike con estilo gráfico muy llamativo que salió en Early Access en 2024 y ahora con la llegada de su versión 1.0, tenemos un juego digno de un príncipe, así que ponte el turbante y comencemos con la reseña The Rogue Prince of Persia.

Persia ha caído.
Contra todo pronóstico, el todopoderoso imperio Persa ahora arde bajo la invasión de los hunos. Sus ciudades han sido arrasadas y hasta el palacio real ha sido invadido. En ese caos, tomarás el rol del Príncipe heredero, quien decide ir tras líneas enemigas y enfrentar directamente a Nogai Khan, comandante de la invasión.
El primer choque con Nogai no es un triunfo heroico y termina con la derrota y muerte del Príncipe, pero esto no es el final. El medallón que llevamos en el cuello es un artefacto mágico que regresa el tiempo y con esto el Príncipe revive, despertando tres días después de la invasión en el Oasis, un refugio que nos servirá como base de operaciones.

Allí conocerás a Paachi, quien te guiará y te pedirá abrirte paso de nuevo hasta el palacio. La misión es clara: aprender, avanzar y volver a luchar contra Nogai para cambiar el destino de Persia. Con el mundo y el objetivo planteados, iniciamos un viaje lleno de muerte y aprendizaje.
Inténtalo una vez más.
Al revivir en el Oasis, iniciarás cada travesía con el mismo objetivo, derrotar a Nogai, pero no estarás en las mismas condiciones de tu enfrentamiento inicial. Recuerda, la definición de locura es hacer lo mismo una y otra vez, esperando resultados diferentes.
Durante tus viajes ten por seguro que morirás y no por mano de Nogai, sino por el enemigo básico #3, pero volverás con más experiencia y conocimientos al Oasis. Esto crea una estructura de ciclos de intentos, y cada muerte no es un Game Over, es progreso.

En general, deberás correr por muros, encadenar saltos y luchar, y si mantienes esta agilidad, activarás el Aliento de Vayu, que aumenta tu velocidad y refuerza el flujo entre plataformas y combate, premiando tus movimientos y la lectura de los escenarios, haciendo al propio gameplay en una recompensa.
El combate combina ataques, esquivas y contraataques con un arma base y una herramienta secundaria que carga energía con tus golpes básicos. Alternar entre ambas es clave para mantener presión, abrir ventanas de daño y controlar grupos.
Tenemos una muy buena variedad de armas y herramientas, cada una va cambia el ritmo y el alcance, aunque es posible que encuentres una que se ajuste perfecto a tu forma de jugar, la aleatoriedad te hará experimentar y dejar atrás tu zona de confort.

Durante tus viajes te podrás equipar con medallones, estos accesorios le darán bonificaciones y efectos secundarios a tus armas o herramientas, activando venenos o fuego al cumplir ciertas condiciones, restaurarán energía o salud e incluso podrán evitar que vayas al Oasis.
Como roguelite, deberás gestionarás recursos que se mantienen luego de cada muerte, las Cenizas de Alma sirven para desbloquear armas, fabricar medallones y activar mejoras en el Oasis, la experiencia también se mantiene, tiendo un árbol de habilidades que te ayudará a ser más veloz, tener más pociones de curación y más espacios de medallones.

Sin embargo, la experiencia al inicio se siente lenta y el progreso es modesto, nunca te sientes lo suficientemente fuerte para hacer de los primeros escenarios un paseo, aun los enemigos básicos se sienten como amenazas y tampoco puedes simplemente evitarlos, ya que no obtendrías experiencia para subir de nivel.

Al Oasis también llegará una modista que te fabricará trajes o un misterioso chamán que te premiará con Cenizas del Alma si derrotas cierta cantidad de enemigos.
Esto convierte a The Rogue Prince of Persia, en un juego donde sientes que avanzas por ejecución, más que por azar, logrando que verdaderamente quieras avanzar y reclamar otra oportunidad frente a Nogai y cerrar la deuda que dejó la invasión.

Técnicamente, el juego no decepciona, tenemos colores vivos y un arte que viaja entre la novela gráfica, el comic y caricaturas de líneas gruesas y bien definidas. Pero sin olvidar esos pequeños detalles que dan vida a los escenarios.
El juego también corre de manera totalmente fluida, ni en los combates más caóticos sentirás una sola caída de frames. Correr, deslizarte y escalar se siente natural e intuitivo, y con la banda sonora siempre acompañando sentirás que en verdad viajaste al pasado.

Finalmente, The Rogue Prince of Persia cumple lo que promete desde su primer reinicio. Dandonos un roguelite tenso y claro, que se sostiene por ritmo, control y un bucle de progreso que te empuja, intento tras intento, a reclamar tu revancha contra Nogai Khan.
No olvides que The Rogue Prince of Persia ya está disponible en PlayStation 5, Xbox Series X|S (incluido en Xbox Game Pass) y PC vía Steam, Ubisoft Store y Epic Games Store. Con un lanzamiento programado para consolas de Nintendo a finales de este año.

EN RESUMEN
The Rogue Prince of Persia combina parkour, combates y un ciclo de reinicios que te impulsarán a mejorar en cada recorrido. Imprescindible para fans del género.
CALIFICACIÓN: 8.5/10


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