Con la enorme cantidad de juegos indie que afortunadamente salen cada día, hay títulos para cada estilo de jugador; Guayota, de la desarrolladora Team Delusion, un grupo de profesionales en videojuegos en España que presentaron este título como proyecto final de su maestría, es uno de estos juegos, con una mezcla entre aventura y acertijos.

La historia nos da un recorrido por la mitología regional de las Islas Canarias, donde Guayota es un dios maligno, quien aprisiona a Magec, el dios del sol, inundando la tierra de oscuridad. El objetivo de nuestra aventura es descubrir los secretos del pueblo Guanche, nativos de la isla, y las historias que crearon su mitología.
Tras haber sido contratados por la corona para buscar una isla que según los rumores es el paraíso en la tierra, nos embarcamos buscando información para llegar hasta allí, descubriendo nuevas tierras debemos explorar esta extraña isla y ayudar a nuestros compañeros de viaje, así, empezamos armados únicamente con una antorcha, a explorar una extraña construcción que está llena de acertijos y extraños glifos que nos cuentan la historia de los habitantes de la isla.

Por estar armados solo con una antorcha nuestra principal preocupación es mantener el fuego ardiendo, ya que es lo único que nos ilumina el camino, tras dejar apagar la antorcha una vez, un “Maxio” espíritu benevolente, nos acompaña ayudándonos a iluminar el camino y concediéndonos mejoras para poder avanzar en el juego.
Todos los acertijos están relacionados con unos extraños monolitos, que según la leyenda fueron concedidos por los dioses y se activan tras ser iluminados con la luz de ciertas piedras azules, para avanzar tendremos que iluminar estos monolitos resolviendo los acertijos ambientales que presenta el juego. Estos acertijos no son intuitivos y presentan un buen reto conforme se avanza en el juego. Si resolviendo esos acertijos dejamos apagar la antorcha, ya sea recibiendo daño o cayendo en trampas entramos a una dimensión en la cual a pesar de no haber peligros reta al extremo nuestra capacidad para resolver acertijos.

Todas las mecánicas del juego son simples y están bien definidas, los acertijos son desafiantes sin ser extremadamente difíciles, los controles responden a la perfección y el movimiento es fluido.
Por tener un campo restringido de visión el juego transmite una sensación de constante peligro sin ser opresivo, pero requiere mucha de nuestra atención ya que un paso mal dado puede significar la pérdida de puntos de vida (o luz de antorcha), por ello mismo es recomendable explorar el juego con el modo de visión para saber donde están las trampas y riesgos para saber cómo superar estos peligros de manera satisfactoria.
La música es encantadora y cumple con dar un aire de misterio a los terrenos que exploramos. El diseño de sonido es simple y cumple con su función sin ser intrusivo o distraer de los acertijos que estemos enfrentando.

El diseño de las cuevas y terrenos es bastante elaborado sin ser en extremo decorativo, los acertijos son bastante buenos y están muy bien pensados (no permite los trucos que en otros juegos del estilo son comunes).
Infortunadamente para el título, es para solo un nicho exclusivo de jugadores, combinando aventura (sin combate real) con acertijos.
Es un juego encantador, con mucha atmósfera y estilo, una verdadera joya entre los juegos indie que se atreven a probar este género, aunque con poca rejugabilidad, el juego promete buenas horas de reto mental en todos los sentidos.



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