Sin previo aviso el cielo se partió en dos y desgarro nuestro mundo, nuestros antepasados lo llamaron la Calamidad que abrió un boquete en el mundo, una puerta a un mundo oscuro y retorcido, del cual surgieron demonios que llevaron a la humanidad al borde de la extinción.
Los Akhaianos haciendo uso de tecnología oscura destruyeron a los demonios, pero pagaron un gran precio y terminaron siendo desterrados, la humanidad se unió y creó una ciudad donde poder crecer y prosperar, Canaan, la ciudad de vapor.

Este es el inicio de un viaje épico de la mano de Aletheia, una mercenaria dedicada a diferentes misiones, conforme avanzamos descubrimos que hay más secretos e intrigas en este mundo de lo que parece a simple vista. Las sorpresas en la historia son bastante interesantes.
Como metroidvania cumple con todos los requerimientos, los controles son fáciles y se masterizan con poca práctica, es un poco lineal en cuanto a la exploración, pero cada parte del juego es única y bastante atractiva, la cantidad de secretos es bastante alta y cada zona trae su propio desafío. Aunque el juego es bastante fácil, requiere atención y concentración, afortunadamente el juego es bastante amigable con respecto a puntos de salvado y puntos de reinicio, así que si fallamos en algún punto no tendremos que recorrer gran cantidad de distancia para recuperar el tiempo perdido.

Hay misiones secundarias que están publicadas en un tablero de misiones, aunque le dan variedad al título, se resumen en misiones de cacería, matar cierto número de enemigos o conseguir ciertos objetos. Un poco más de variedad no hubiera sobrado.
Aletheia tiene dos armas, una espada y un revólver y por ello las mecánicas de combate son bastante básicas, pero muy bien trabajadas, los enemigos tienen armadura además de sus puntos de vida, muchos enemigos deben que ser aturdidos destruyendo la armadura, que se regenera poco a poco, esta mecánica es vital para enfrentar a los jefes del juego, lo que nos obliga a ser muy agresivos al atacar en lugar de buscar ataques de oportunidad.
Como es normal en este tipo de juego, las mejoras y habilidades que se consiguen avanzando en el juego son vitales para poder avanzar, mejoras para las armas, de puntos de vida, de resistencia. Todas resumidas en un árbol de habilidades bastante interesante, los puntos de habilidad para poder desbloquear estas mejoras se obtienen adquiriendo niveles, completando misiones y destruyendo esferas de energía distribuidas a lo largo del juego.

Cada diseño de los mundos es cuidado y detallado, creando una atmósfera agradable y envolvente, que intriga al jugador invitando a explorar y ver más, los acertijos ambientales son interesantes y bien diseñados. La estética del juego es innegable en la construcción de los niveles y la ciudad que es nuestro punto de referencia, el ambiente steampunk está muy bien representado a lo largo del juego.
Aunque la música es bastante agradable y encaja bien el ambiente del juego, no transmite emoción o urgencia al jugador contrario a otros títulos del género, el diseño de sonido es bastante bueno y encaja bien con todos los niveles que se exploran.

Quizá el mayor problema del juego es lo corto que es y la poca rejugabilidad que ofrece, ya que no hay finales alternativos (pero el final es muy bueno y bastante sorpresivo).
No es un homenaje a los grandes títulos del género, es un metroidvania por derecho propio, tiene su propio espíritu y su propio sentido. Es un excelente juego, infortunadamente muy corto, una gran historia, gran trabajo gráfico y mucho estilo.



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